
Las latas de bebidas cumplen 85 años, en constante innovación y mejora se trata de un packaging ligero, seguro y de gran resistencia, lo que lo ha convertido en un clásico del mundo del embalaje.

En 1935 surgía la primera lata de bebidas, creada para una marca de cerveza en Estados Unidos, tenía un peso de 113 gramos y su apertura era mediante abrelatas.
A mediados de los años 60 se creaba el sistema de apertura abrefácil mediante anilla, pero, no es hasta 1966 cuando llega a nuestro país por primera vez para la marca de cervezas Skol, que muchos recuerdan con nostalgia.

La lata en evolución constante
Las latas de bebidas no han parado de cambiar desde su nacimiento, reduciendo su peso, espesor, métodos de fabricación incluso nuevos materiales, actualmente y desde el año 2.000 son fabricadas con láser e impresión digital.
¿Por qué la lata es el mejor material para nuestras bebidas?, la lata permiten mantener los alimentos líquidos mucho mejor que otros materiales o envases, es fácil de enfríar y su diseño lo hace más atrayente.
Tras la lata y en estos 85 años existe un gran trabajo de marketing que influye en su diseño, forma, cierre, haciendo mucho más fácil al consumidor poder disfrutar de sus bebidas favoritas.
Sostenibilidad de las latas de bebidas
La mayor parte de latas que existen en circulación han sido recicladas y reutilizadas, siendo actualmente la lata de bebidas un gran ejemplo de envase sostenible y además de economía circular.
A diferencia de otros materiales como el plástico, el metal no pierde cualidades ni calidad tras su reciclaje, de hecho siempre ha sido un material reciclado, el 75 % de aluminio producido y en circulación sigue todavía en uso.
Sin importar su color, diseño o cualidades las latas son de forma infinita recicladas y reutilizadas, coronándose como el envase más reciclado del mundo y es que reciclar una sola lata supone un ahorro del 95% en energía de su creación.

Lo cierto es que se trata de un envase muy versátil, ejemplo de sostenibilidad y buen uso y que gracias a su constante innovación cada vez es más ligero y respetuoso con el medio ambiente.
Un estudio reciente del análisis del ciclo de vida de una lata por parte de Metal Packaging Europe afirma que en los últimos 10 años las latas han reducido su huella de carbono hasta un 31 %.
Ya hay nuevos productos de bebidas que se suman a la lata, como el agua, el vermut e incluso el vino, seducidos por las infinitas ventajas de este material, su sostenibilidad y por ser uno de los materiales más utilizados en la historia del embalaje.