
El envase sostenible ya ha dejado de ser una tendencia para convertirse en la necesidad de toda empresa con una mayor conciencia y respeto con el cuidado del medio ambiente.
Ya son muchas las empresas que están creando nuevos planes a corto plazo para sustituir sus envases por alternativas recicladas o reutilizadas, así como fabricadas con materiales biodegradables.
Y es que los envases de plástico tienen ya una fecha límite, solo este año 2020 se arrojarán a los océanos la cantidad de nada más y nada menos 120.000 millones de productos plásticos y contaminantes.
Las medidas a tomar por las empresas de productos de alimentación, higiene y todo aquello que como consumidores encontramos en nuestras tiendas habituales van a sufrir una transformación.
Adaptando su packaging y creando una versión ecosostenible, sin afectar claro está a su composición, sabor o frescura, algo que resulta un quebradero de cabeza para las empresas de alimentación.
No es nada fácil encontrar la unión perfecta entre embalaje sostenible y conservar los productos con las mismas propiedades, el plástico es muy versatil, a pesar de ello no se está haciendo nada mal.
No solo se trata de crear un nuevo packaging, es concienciar al consumidor de su correcto reciclado, mientras que hay consumidores que exigen materiales sostenibles o biodegradables otros muchos hacen caso omiso a estas pautas.
Muchas marcas de alimentación y productos de belleza, higiene ya han apostado por utilizar envases reciclados o con materiales como cartón, vidrio, madera u otros materiales ecológicos.

Otras marcas han apostado por incentivar con descuentos, promociones o regalos a los consumidores que lleven su propia bolsa o reciclen los envases, una estrategia de marketing que induce al reciclado.
Pese a todos estos cambios y el gran éxito de los materiales reciclados todavía la mayor parte de embalajes siguen siendo fabricados en plástico ya sea por ahorro económico o comodidad por parte de las empresas.
Si no se conciencia al consumidor o cliente de la importancia de utilizar un envase sostenible de nada servirá la inversión en tecnología o en packaging sostenible, la primera meta es convencer al consumidor.
La Unión Europea ya ha tomado cartas en el asunto para frenar esta situación ha presentado un régimen de uso responsable medioambiental que indique que quien contamine pagará más impuestos.
Un ejemplo en este cambio es la reconocida marca de cosmética L’oreal que tiene como objetivo para 2025 que el 50% de sus envases sean 100% reciclables, reutilizables o compostables.
La búsqueda del envase sostenible perfecto ya no depende de las empresas, si no de los consumidores que debemos adoptar una nueva conciencia y responsabilidad, por mi, por ti y por todos.